jueves, 19 de diciembre de 2013
Crossfire
sábado, 10 de agosto de 2013
Scandal
domingo, 18 de noviembre de 2012
domingo, 26 de agosto de 2012
En Tierras Altas
lunes, 20 de febrero de 2012
S(he)*
sábado, 11 de febrero de 2012
*
miércoles, 1 de febrero de 2012
I love you, Phillip Morris.
sábado, 21 de enero de 2012
Beginners
lunes, 26 de diciembre de 2011
domingo, 11 de diciembre de 2011
sábado, 12 de noviembre de 2011
Love, Love, Love...
-Invítale a tomar una copa y a los veinte minutos, como quien no quiere la cosa, le dices que te gustaría casarte con él, hacer mucho el amor y tener muchos peques.
sábado, 5 de noviembre de 2011
filosofías de la vida
martes, 1 de noviembre de 2011
Incendios
domingo, 30 de octubre de 2011
AltaFidelidad
sábado, 1 de octubre de 2011
AlgoPrestado
lunes, 19 de septiembre de 2011
¿Por qué? No lo entiendo.
sábado, 17 de septiembre de 2011
Si tú me dices ven lo dejo todo, pero dime ven.
sábado, 10 de septiembre de 2011
martes, 16 de agosto de 2011
Grey's
En el instituto, en clase de literatura, tuvimos que leer “Romeo y Julieta” para subir la nota. La señorita Schneider nos hizo representar la obra. A Seth Scarafillo le tocó Romeo, y a mí, cosas del destino, Julieta. Las demás estaban celosas, pero yo tenía otra opinión. Le dije a la señorita Schneider que Julieta era idiota. Se enamora del único que no puede tener a su lado y después culpa al destino de su propia decisión. La señorita Schneider me dijo que cuando el destino se cruza en tu camino, a veces, no tienes alternativa. A los 14 años ya tenía muy claro que el amor, como la vida, es fruto de las decisiones, y el destino no tiene nada que ver. A todos les parece tan romántico, Romeo y Julieta, el amor verdadero. Qué pena. Si fue tan tonta como para enamorarse del enemigo, tomar veneno e irse a vivir a una cripta… se merecía lo que le pasó.
Quizá Romeo y Julieta estuvieran destinados a unirse, aunque sólo durante un tiempo. Luego pasó su momento. Si lo hubieran sabido, tal vez todo hubiera ido bien. Le dije a la señorita Schneider que cuando fuera mayor tomaría las riendas de mi destino, que no dejaría a ningún hombre arrastrarme al abismo. Me respondió que si alguna vez sentía la pasión podría considerarme afortunada, y que si la encontraba, no nos separaríamos nunca. Yo sigo creyendo que el amor es una cuestión de decisiones. Hay que dejar a un lado el veneno y la daga y buscar tu propio final feliz… casi siempre. Pero a veces, a pesar de decidir lo mejor que puedes, y de tus intenciones… el destino termina por ganar.
martes, 12 de julio de 2011
the sisterhood of the traveling pants
lunes, 27 de junio de 2011
él*
Quiero que me duela, que me duela tanto que no pueda ni respirar. No siento nada. Me ha dolido tanto que estoy anestesiada. Quiero sentir, sentir esa punzada en el corazón, esa presión en los pulmones que me haga sentir incómoda, que me agobie. Quiero sentir que estás aquí, que aunque no estés, te sienta ahí. Quiero saber que aún estás, que aún queda algo, aunque sea una diminuta esperanza de que puede ser, de que podemos ser. Algo que no me deje rendirme, que me haga seguir adelante hasta conseguir que estés tumbado conmigo, y entonces sienta tus fríos pies buscando calor en los míos. Quiero que me duela hasta sentirte.
domingo, 15 de mayo de 2011
Grey's.
lunes, 9 de mayo de 2011
yentoncesllegóella
domingo, 1 de mayo de 2011
FridayNightLights
domingo, 24 de abril de 2011
perdonaperoquierocasarmecontigo
jueves, 7 de abril de 2011
nottinghill
-Soy una persona equilibrada y no muy dada a tanto juego. Pero… ¿puedo decir “no” a tu propuesta y dejarlo?
-Sí, si puedes, por supuesto. Yo… claro. Entonces me voy, me ha gustado verte.
-Lo que ocurre… es que contigo estoy en peligro. Parece una situación perfecta, dejando aparte tu temperamento, pero mi relativamente inexperto corazón podría no recuperarse. Y si fuera castigado otra vez, como estoy convencido de que sucedería… hay demasiadas, demasiadas fotos tuyas, demasiadas películas. Y tú te marcharías y yo me quedaría hecho polvo.
-Eso es un auténtico no…
-Vivo en Notting Hill y tú en Veverly Hills. Todo el mundo te conoce y mi madre a veces no recuerda ni mi nombre.
-Muy bien, bien. Buena decisión. Es… buena. Eso de la fama no es real, ¿sabes? Y no olvides que sólo soy una chica delante de un chico pidiendo que la quiera.
domingo, 27 de febrero de 2011
come, reza, ama.
-Creo que me estoy enamorando de ti.
-No soy quien tú crees que soy, sólo soy tu fantasía.
-¡No! ¡Y un cuerno, eres real! Tus cicatrices, tu talento… el hecho de que tenga un bar de mierda y tú aceptes que no aspire a más. Me encanta tu dolor. Y que cuando estamos juntos hago que se desvanezca. Tu amor es como un Panini caliente, y cuando te miro a los ojos oigo delfines aplaudiendo.
-Lo que no sabes es que yo desaparezco en la persona a la que amo, soy la membrana permeable. Si te quiero, te lo doy todo, mi dinero, mi tiempo, mi cuerpo, mi perro, el dinero de mi perro… Me haré cargo de tus deudas y proyectaré en ti toda clase de cualidades que tú jamás has cultivado. Te daré eso y más, hasta acabar tan agotada y consumida que la única forma de recuperarme sea encapricharme de otro.
viernes, 18 de febrero de 2011
How I Met Your Mother
martes, 18 de enero de 2011
RubénPozo*
sábado, 8 de enero de 2011
tengoalgoquedeciros
jueves, 6 de enero de 2011
breakfast at tiffany's*
lunes, 3 de enero de 2011
mis últimas cinco novias
viernes, 31 de diciembre de 2010
Mr.Nobody
lunes, 20 de diciembre de 2010
mygirlfriend'sboyfriend
domingo, 14 de noviembre de 2010
niñoimantado*
miércoles, 13 de octubre de 2010
Las Siete y Media
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Grey'sAnatomy
domingo, 12 de septiembre de 2010
BigFish
miércoles, 8 de septiembre de 2010
miércoles, 1 de septiembre de 2010
túyyo*TresMetrosSobreElCielo
jueves, 26 de agosto de 2010
MustLoveDogs
-Creo que se está enamorando de ti.
-Vaya… yo… lo siento.
-No mientas porque ser hombre hoy en día significa no tener que decir “lo siento”. Me fastidia lo fácil que lo tenéis los tíos, vuestras mujeres van y vienen, cocinando y limpiando. Sólo os preocupa que tengamos el culo prieto y el vientre plano. Mientras tanto mujeres bondadosas, interesantes y compasivas de cierta edad están en casa solas leyendo a Jane Austen engullendo tarrinas de helado y engordando. Lo que hace menos probable que encuentren…
-¿Estamos hablando todavía sobre mí? Porque en este momento ya no lo sé.
-No, lo siento… yo tampoco.
lunes, 24 de mayo de 2010
miércoles, 14 de abril de 2010
Sex and The City
Cuando eres joven te dedicas a divertirte continuamente, pero luego creces y aprendes a tomar decisiones para no romperte una pierna… ni el corazón. Aprendes a mirar antes de saltar y en ocasiones no saltas porque no siempre hay alguien para cogerte, y en la vida no hay red ni arneses de seguridad. ¿Cuándo dejó el mundo de ser divertido para empezar a dar miedo?
martes, 12 de enero de 2010
Los efectos del huracán
Estaba tirada en la cama sin pensar en nada pero a la vez pensando en ti cuando me he dado cuenta de que así no iba a asaltar el mundo. Me he puesto a pensar en qué hacer para mantenerme distraída y no pensarte, pero he llegado a la conclusión de que ésa no es la solución. Se me ha ocurrido que quizás si digo en voz alta todo lo que alguna vez quise decirte me sienta mejor. No lo leerás, pero si escribiéndolo me libero de ti, habrá servido para algo.
Sé que probablemente tú no sabías lo que yo sentía por ti. No hablábamos mucho, evitaba hablarte directamente porque cortabas mi aliento y no era capaz de pronunciar más que monosílabos (o emitir ruiditos raros). Pero cada vez que pasabas por mi lado se me ponían los pelos de punta y siempre esperaba que me cogieras de la mano, me acercaras a ti y me dijeras que eso era lo más lejos que permitirías que estuviera de ti. Cuando nos rozábamos me ponía rígida, pero era para evitar temblar y que mis piernas se volvieran de mantequilla. También evitaba mirarte a los ojos porque eran más de lo que yo podía soportar. Lo que no sabes es que yo siempre estaba mirándote. Me encantaba mirarte desde una distancia prudencial. Podía pasarme minutos enteros sin apartar la mirada de ti. Me encantaba la forma en que cogías las copas de ron. Me encantaba ver cómo ibas de un lado a otro aparentando estar ocupado cuando en realidad lo hacías porque no sabías muy bien dónde quedarte. Odiaba tu indiferencia al verme llegar. Odiaba que el momento de saludarnos fuera lo más íntimo que fuéramos a hacer en todo el día. Amaba tus manos, me daba envidia que tuvieras las uñas tan perfectas. Me hacía gracia la forma en que pronunciabas las “eses”. Siempre quise tocarte el pelo. Me hiciste sentir la persona más especial del mundo la primera vez que te oí pronunciar mi nombre.
Lo que ahora se me hace más duro es recordar toda la ilusión que puse en ti y que luego fue en vano. Había noches que las pasaba casi en vela simplemente pensando en ti. Hacía gestos delante del espejo para ver cómo me verías tú. Elegía muy cuidadosamente la ropa que iba a ponerme los días que íbamos a vernos. Hasta había imaginado cómo iba a presentarte a mi familia y lo orgullosa que yo estaría de tenerte a ti a mi lado. Ingenua.
Siendo sinceros, espero que no volvamos a vernos, porque entonces no sé qué sería de mí, probablemente moriría. Ya te fuiste una vez y pasaste sobre mí como un huracán, te llevaste todo. No podría soportar un segundo asalto, es más, no creo que nunca llegue a recuperarme del primero. Serás esa espinita clavada que sólo duele en ocasiones puntuales pero que siempre está ahí. Y sé que si alguna vez vuelves, yo volveré a caer, caeré siempre. Eres como un imán, tu fuerza me atraerá a ti aunque intente evitarlo. Así que, por favor, mantente fuera de mi campo de atracción porque siempre que choquemos seré yo la que salga con daños colaterales.
jueves, 31 de diciembre de 2009
All I want is you*
Ya está, ya llegó, el último día del año. Llevo semanas viendo a la gente de un lado para otro, volviéndose loca para encontrar el vestuario perfecto para noche vieja. No sé por qué tanto revuelo. Lo único que diferencia esta fiesta de todas las demás es que acabas de cenar lo que normalmente cenas en tres días y que has sobrevivido al atragantamiento de uvas. Si, es el último día del año, hay que celebrarlo en condiciones, pero al igual que lo celebras tú, lo celebran millones de personas más así que encuentras las calles repletas de gente, los bares, las discotecas… ¡todo! Y si quieres escapar de todo eso y encontrar un local decente tienes que pagar una millonada por la entrada. Así que no, yo no le veo nada de emocionante. Este año ni siquiera tengo plan. Tampoco le veo mucho sentido porque estoy más antisocial que nunca. Recuerdo un montón de fiestas de fin de año en las que he estado y todas tienen algo en común… en todas estaba él*. Mientras me comía las uvas pensaba en él*, acababa y empezaba el año pensando en él*, mi deseo éramos nosotros*, tenía planes, ambiciones, sueños… y en todos él* era el protagonista. Hace un mes que él* se fue. Sin avisar, sin despedirse, de la noche a la mañana. ¿Y yo? Yo llevo un mes con un agujero en el pecho que no me deja respirar. Me encantaba ver películas de amor, porque todas eran menos bonitas que la mía. Me encantaba escuchar canciones de amor, porque todas hablaban de nosotros. Llevo un mes sin escuchar ni ver películas y canciones de amor. Miento, ayer tuve el descuido de escuchar una canción bonita… acto seguido volvió ese dolor en el pecho, pero esta vez con más fuerza que nunca. Si, pensaba que lo tenía superado, pero sólo podía sentir el dolor y verle a él. Morí. Después de eso me puse a pensar en la noche vieja y llegué a una conclusión, ¡este año no tengo en quién pensar mientras me como las uvas! La única salida que se me ocurre es emborracharme, pero estoy segura de que seguirá viniendo a mi mente… Así que no tengo ni idea de lo que voy a hacer esta noche. Probablemente acabe tomando helado y cerveza, llorando a moco tendido viendo alguna peli romántica enredada en mi edredón. Y seguro que mi subconsciente me traiciona y estará esperando a que llamen al timbre y sea él* con un cartel en el que ponga “to me you are perfect”.
domingo, 27 de diciembre de 2009
Flashback
Ya estamos otra vez, basta una peli de amor para que me ponga a llorar como una imbécil. Casi siempre me prometo no volver a ver esta clase de películas mientras me llevo un pañuelo a la nariz, pero nunca lo cumplo. Enseguida encuentro otra película con un título prometedor o simplemente la televisión se pone en mi contra y cuando menos me lo espero me encuentro sumergida en otro cuento ficticio con final feliz. ¿Por qué habrá tantas y tantas películas americanas en las que chica y chico se conocen, uno de los dos se siente inferior al otro pero tras superar una serie de obstáculos al final siempre acaban juntos y felices? No lo entiendo. Diferentes guionistas, diferentes directores, productores, actores… y la misma historia. Y yo me pregunto… hay cientos de películas así, entonces, ¿en realidad pasan a diario historias de amor como las que cuentan o es el deseo de que se puedan hacer realidad? Desde luego, lo que puedo asegurar con certeza es que aunque hayas visto cientos, o millones de pelis de amor, tu propia historia no tiene por qué tener un final feliz, es más, probablemente no lo tenga.Mi intención no es quitarle la ilusión a nadie, todo lo contrario, yo creo que hay que tener esperanza e intentarlo con todas tus fuerzas hasta el último momento, pero si se acaba, se acaba. Puedes tener éxito o fracasar. Esto último es lo más duro, porque cuando pasa, te destroza. Sientes como si algo te estuviera comprimiendo el corazón, cada latido rebota en tu pecho con más fuerza que nunca, te cuesta respirar hondo y tienes que hacer grandes esfuerzos para no llorar, cosa que no es fácil porque tienes un nudo gigante en la garganta que te quiebra la voz cada vez que intentas hablar.Últimamente paso demasiado tiempo debajo del edredón intentado deshacer ese nudo, claro que creo que yo tengo algo de culpa y es que no sé si será mi parte masoquista o es que en realidad tengo un problema pero me empeño en recordar una y otra vez todos los momentos en los que estuvimos juntos.
¿Su nombre? Diego. ¿Mi historia? El típico drama americano.