-Si estabas tan enamorada de mí, ¿por qué no me lo decías y
punto?
¿Por qué? No lo entiendo.
¿Por qué? No lo entiendo.
-Porque no quería enamorarme. La gente quiere enamorarse, pero yo no.
Porque terminan dejándome y haciéndome daño. Y porque no he tenido suerte, tío.
No sé tampoco tenía pinta de tenerla contigo.
Ese día, cuando empezaste a gustarme… el típico tío que iba de flor en
flor. Me puse una coraza y me embadurné de grasa para que todo me resbalase.
Pero contigo no puedo… y me da miedo.