martes, 18 de enero de 2011

RubénPozo*

Leo en La Rolling de diciembre que uno de los componentes de Kings of Leon se disculpa porque en unas declaraciones dijo que las nuevas fans de la banda eran una mierda. Claro, pequeño rockero de toda la vida recién topado con el éxito masivo internacional. Las fans de antes de los Grammy y los jets privados os encontraron gracias a una inquietud y curiosidad al margen de las modas que dictan las grandes marcas y medios de comunicación. Eso te suena, ¿eh? Probablemente tendríais parecidos gustos musicales e incluso te recomendarían a esa banda que no conocías y de la que tan enamorado estás ahora.
Las fans de antes estaban en tu mismo planeta. Se conocían TODAS las canciones que habíais sacado y te llamaban por tu nombre. No se les caían los anillos a la hora de dejarse engatusar por ti en la barra del bar cutre en el que acababais de tocar, incluso habiéndote visto hacer algo tan anticlimax y antiglamour como recoger tu equipo y cargarlo en la furgo. Ellas estaban ahí cuando el resto del mundo os ignoraba olímpicamente. Ellas os dieron a conocer…
Ahora no tienes conexión con las nuevas fans. Se vuelven locas por hacerse una foto contigo y no saben qué instrumento tocas. Te preguntan qué tal es Lady Gaga en persona y su móvil suena con el politono de vuestro último single (su tema preferido de los tres, del último disco, que conoce).
En fin, que me parece interesante que un joven músico de rock en medio de la confusa vorágine de un mega éxito global se aferre a las antiguas fans para rascar algo de perspectiva. Esas fans que ya no van a sus conciertos en el fondo son las responsables de que él pueda estar pensando ahora mismo en todo esto desde la suite de un cinco estrellas.

sábado, 8 de enero de 2011

tengoalgoquedeciros

-¿De qué habla ese libro que no te quieren publicar?
-Habla de dos personas que se separan. Una sufre y la otra no. Pero lo que cuenta es que no hace falta tener miedo de dejar las cosas, porque todo lo que importa no se deja nunca... Aunque queramos dejarlo.
-Así que al final no se deja nada ni a nadie.
-Sí.
-¡Pues qué timo!

jueves, 6 de enero de 2011

breakfast at tiffany's*

-Holly, no permitiré que hagas eso.
-¿Por qué no vas a permitirlo?
-Holly, estoy enamorado de ti.
-¿Y qué?
-¿Cómo que y qué? ¿Qué preguntas haces? Te quiero y me perteneces.
-No, las personas no pertenecen a nadie.
-Claro que sí.
-No dejaré que nadie me ponga en una jaula.
-Yo no quiero ponerte en una jaula, quiero quererte.
-Es lo mismo.
-No, ¡no lo es! Holly…
-No soy Holly, ni siquiera Lulamae, no sé quién soy. Soy como este gato, somos un par de infelices sin nombre, no pertenecemos a nadie ni nadie nos pertenece, ni siquiera el uno al otro.
-¿Sabes lo que te pasa? No tienes valor, tienes miedo, miedo de enfrentarte contigo misma y decir “está bien”, la vida es una realidad, las personas se pertenecen las unas a las otras porque es la única forma de conseguir la verdadera felicidad. Tú te consideras un espíritu libre, un ser salvaje y te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula. Bueno, nena, ya estás en una jaula, tú misma la has construido y en ella seguirás vayas a donde vayas, porque no importa dónde huyas, siempre acabarás tropezando contigo misma.



lunes, 3 de enero de 2011

mis últimas cinco novias

-Dios, ¡Me siento mucho mejor! Debía estar muriéndome de hambre, llevaba todo el día deprimida.
-¿Por qué?
-Porque es lo que me pasa en los cumpleaños.
-Ah, ¿si?
-Que siempre me recuerdan la muerte y la jovialidad forzada. ¿Sabes dónde estaba hace un año?
-No, ¿dónde?
-Tuve que salir a cenar con una tía mía horrible. Fue una noche espantosa. Constantemente tenía que ir al lavabo a llorar. Me sentía muy mal aquel día. Era mi cumpleaños y la única que me había invitado a salir era mi tía. Y venga a decirme que no entendía cómo una chica guapa no tenía un hombre en su vida. No fue tan malo que me encontrase contigo...